Primero utilice el peine sobre
todo en orejas, axilas y porción ventral, luego con el cepillo
repase todo el cuerpo del animal.
El Baño
Mientras el
cachorro no esté terminado de vacunar no debe de bañarlo. Una
vez vacunado bastará con bañarlo una vez al mes, aunque si su
mascota lo necesita, puede bañarlo cada 7- 10 dias con jabón común o
con shampoo especial para
mascotas.
Las orejas:
- Deben estar siempre limpias y sin restos de secreciones. Sus
formas son muy variadas (largas, cortas, caídas, enroscadas, etc) y
también su longitud. Las erguidas suelen tener menos problemas, ya
que se oxigenan mejor y las controlamos con más facilidad.
En algunos países se siguen cortando las orejas a determinadas
razas (Boxer,
Schnauzer), pero en otros, como Gran Bretaña y Alemania, se ha
prohibido esta práctica.
- Debemos aprender a revisar las orejas para descubrir cualquier
cambio de olor, color o secreción respecto a su estado normal.
- No hay que usar bastones de algodón, ni alcohol o agua oxigenada,
puesto que existen productos especiales para su limpieza preparados
para no alterar la flora bacteriana del oído ni irritar la mucosa
que lo recubre internamente.
- Tenemos que tener en cuenta que el conducto auditivo del perro no
es recto como el nuestro, tiene una forma de L que impide que
accedamos fácilmente al tímpano.
- La limpieza del pabellón de la oreja se puede hacer con toallitas
húmedas (como las de los bebés, pero impregnadas con una solución
especial para la limpieza de la oreja) o un papel suave humedecido
con suero o aceite de oliva.
La Boca
Los restos de alimentos diarios se depositan en el diente y hacen
que se forme una capa de sarro (que habrá que retirar) y, como
consecuencia de ello, la infección de la encía (gingivitis) y la
posterior enfermedad de toda la boca (parodontitis). Si la encía
inflamada se retrae de la raíz del diente y éste tan sólo se sujeta
con el sarro, ocurrirá que, cuando menos lo esperemos, nuestro perro
se quedará sin piezas y entonces poco se podrá hacer. Para
prevenirlo, conviene habituarse a limpiarle los dientes con un
cepillo suave y pasta de dientes para perros, como mínimo, una vez a
la semana.
Existen en el mercado cepillos especiales para perros, al igual que
la pasta (que no necesita aclarar y enjuagarse la boca). Estos
cepillos o “dediles” son cómodos y fáciles de usar, pero tan sólo la
constancia demostrará su eficacia.
También pueden adquirirse en tiendas especializadas productos
específicos que, en forma de spray y aplicado previamente a la
masticación de alimento seco, evitan la formación de sarro.
Además:
- Conviene revisar que realicen con normalidad los cambios de
dientes (de los primeros de cachorro, caducos, a los permanentes) y
que el cierre de maxilar y mandíbula sea el correcto. Los animales
con defectos como el prognatismo superior (sobresalen los dientes
superiores sobre los inferiores) o prognatismo inferior (lo
contrario) pueden alimentarse sin problemas, pero serán defectos
graves en los animales que quieran concursar en exposiciones.
- Las revisiones bucales nos ahorrarán problemas posteriores.
- Existen correctores para los dientes que, a causa de una mala
inclinación, provocan una mala oclusión o cierre de la boca. Si no
son colocados en un momento determinado, después será muy difícil
solucionar el problema.
- No debe permitirse que juegue con piedras que desgasten en exceso
el diente y lo dañen. Es mejor acostumbrarle a las pelotas, cuerdas
o palos.
- Cuando un diente quede dañado por un accidente o caída, hay que
repararlo cuanto antes o se perderá.
El dolor que manifiestan los perros por problemas bucodentales puede
llevarlos a un estado de letargia y decaimiento, dejan de comer y
muchas veces es difícil descubrir la causa. Esto sucede sobre todo
en animales adultos cuyos dientes se partieron por jugar con piedras
o nunca se lavaron. No debe preocuparnos cuando no soportamos su mal
aliento.
Los Ojos
El sentido de la vista nocturno
en los perros está más desarrollado que en los hombres, pero
distinguen mal los objetos estáticos a distancia. Los perros abren
los ojos a partir de los 14 días después de nacer.
- Su higiene debe ser diaria. Han de estar brillantes y libres de
legañas.
- Siempre hay restos transparentes de secreciones que los mantienen
húmedos, pero eso es un fenómeno fisiológico y tan sólo debemos
fijar nuestra atención si hay cambios en la consistencia o color. Si
encontramos legañas verdosas o hemorragias habrá que acudir al
veterinario.
- Cualquier modificación en la forma, tamaño o color del ojo también
debe ser revisado por un profesional.
- El color de ambos ojos puede ser diferente desde el nacimiento en
alguna raza (por ejemplo el Husky Siberiano) sin resultar ninguna
patología.
- Su limpieza debe ser diaria con una solución oftálmica adecuada,
sobre todo en perros de ojos saltones (como el Pekinés) o de ojos
“tristes” (como el Cocker Spaniel). Ésta se realiza dejando caer
unas gotas de suero fisiológico para lavado ocular desde el canto
externo del ojo, que, a medida que se desliza hacia el ángulo
interno, van lavando toda la superficie de la córnea. Se retira el
resto con una gasa y no con algodón, ya que puede dejar hebras que
resulten molestas.
- No usar colirios sin prescripción veterinaria y tampoco recurrir a
los que hayan sido recetados para otros casos.
- Desechar cualquier colirio que lleve más de 15 días abierto.
- Los perros poseen un tercer párpado o membrana nictitante que se
sitúa en el ángulo interno del ojo (no se suele ver, tan sólo si
está pigmentada). Sirve de protección en casos de irritaciones o
lesión en la capa superficial del ojo (o córnea).
Patas y uñas
- El hecho de no llevar calzado
no asegura siempre la integridad de sus almohadillas y sus uñas. En
sus primeras salidas al campo, o cuando esto no sea un práctica muy
usual, conviene revisar sus dedos, almohadillas y uñas al regresar.
Las almohadillas tienden a resentirse y agrietarse en terrenos muy
duros por lo que, si prevemos una salida al campo, conviene
protegerlas con cremas especiales.
- El corte de uñas es necesario en muchas razas, sobre todo en las
medianas y pequeñas, para garantizar un buen apoyo de la mano o pie.
Si la uña sobrepasa el nivel de la almohadilla en una vista lateral
hay que cortarla. Las primeras veces conviene que lo haga un
profesional y nos explique cómo hacerlo en casa y con qué.
- En
razas grandes no suele hacer falta cortarlas manualmente por el
desgaste provocado por el juego o el ejercicio. Perros y gatos
tienen cinco dedos en las patas delanteras (como las personas), pero
sólo cuatro en las traseras. En muchos perros, sin embargo, como
vestigio de un antiguo dedo, persisten a modo de pequeños dedos
atrofiados, los llamados espolones, cuya uña no se desgasta por no
tener roce con el suelo. Estas uñas, en su constante crecimiento,
toman forma de caracol y vuelven hacia la carne de la pata y se
clavan si no las cortamos de forma periódica.
Consejo práctico:
Si al intentar cortar las uñas al perro sobrepasamos el nivel del
corte correcto y la uña sangra no hay que alarmarse. Se ha de
colocar una gasa con agua oxigenada o un bastoncillo para frenar la
hemorragia durante un minuto o dos. Del mismo modo, se puede
proteger la uña con un pequeño vendaje durante un día si fuera
necesario.
Piel
- Debe estar brillante y
limpio, lo cual no quiere decir, ni mucho menos, que haya que
bañarlo constantemente.
- El pelo del
perro se mantiene sano gracias a la secreción del sebo, que lo
hidrata y protege de infecciones del medio ambiente. Por ello su
cuidado requiere baños poco frecuentes (una vez al mes o cada 20
días como máximo) y con productos muy específicos para el ph de su
piel.
- Un buen cepillado, diario o semanal según la raza, mantendrá su
pelo libre de impurezas y pelos muertos que no benefician su salud.
- A los cachorros no se les puede bañar hasta que no finalice su
vacunación y nos lo indique el veterinario.
- Si por alguna causa (se ha embarrado o ha hurgado en la basura)
hubiera que bañar a un cachorro, hay que tener en cuenta las
siguientes consideraciones: primero, el baño se deberá preparar con
un cuarto de agua a temperatura alta y el resto templada; segundo,
habrá que tener mucha precaución para no mojar la cabeza (sobre todo
con el fin de evitar que entre agua en los ojos y en los oídos);
tercero, es importante secar firmemente con una toalla y rematar con
un secador para evitar humedades innecesarias.
- En las
razas que requieren cortes de pelo periódicos (como la caniche)
conviene acudir a peluquerías especializadas.
Glandulas Anales
Se trata de unas glándulas
apocrinas situadas a ambos lados del ano. Su secreción, de fuerte y
desagradable olor, se elimina junto con las heces normalmente o de
forma aislada. En situaciones de miedo o estrés contenido es
eliminado al exterior. Estas glándulas intervienen en el
comportamiento sexual y hormonal de los
perros, de ahí su costumbre de olerse por la zona perianal.
El problema surge cuando su eliminación no se realiza por
obstrucción de los conductos en infecciones, por estreñimiento o
diarreas. Entonces el animal, molesto, arrastra el ano por el suelo,
se gira bruscamente y se lame el ano. Si no se le vacían, se produce
un abceso, con el dolor y la infección que conlleva.
Fuente
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