Optimo
perro de caza, que se presta a ser utilizado en los terrenos más
variados y para diversos tipos de animales, está dotado de un olfato
muy fino, de buena velocidad y resistencia y de un carácter
bonachón, afable y dulce, que con frecuencia lo lleva a ser elegido
por personas que no son cazadores como
perro de compañía.
Puede, perfectamente, decirse que el
padre de este maravilloso
perro de caza, de origen inglés, fue Sir Lawerack y,
corrientemente, a esta
raza se le da injustamente el nombre de Setter Lawerack, pues
esta línea es muy rara en la actualidad. Hacia comienzos de la
segunda mitad del siglo XIX, partiendo de los mejores perros
entonces existentes en Gran Bretaña, Sir Lawerack, trabajando con
una estricta selección, cruzando a menudo perros de estrecha
consanguinidad, fijó el tipo actual sobre el cual después escribió,
en 1872, una obra de gran interés que aún mantiene su vigencia. A él
siguió Mr. L. Llewellin, que afinó las formas e hizo más gentil el
aspecto general del
Setter. Pero si ésta es la historia más reciente, los orígenes
del
Setter son mucho más antiguos. Descendiendo, probablemente, del
Braco español, el Setter ya era conocido en Inglaterra en pleno
Renacimiento como lo atestigua un escrito, fechado en 1570, del
doctor Caius. Sin embargo, hasta finales del siglo XIX se constituyó
casi exclusivamente en el perro de caza de los ingleses. A partir de
ese momento comenzó su difusión por Europa, donde, de inmediato, fue
apreciado por sus cualidades naturales de excelente cazador. No sólo
en Inglaterra se cuida y trata con esmero y estrictos criterios de
selectividad a esta raza, sino que lo mismo sucede en otros países
de Europa, donde el número de ejemplares criados es realmente
elevado. Por tanto, no resulta nada extraño ver cómo en muchas
exposiciones caninas y en competiciones de trabajo europeas, los
ganadores absolutos son por lo general ejemplares de criaderos que
no son precisamente ingleses.
Si el profesor Solaro dedicó muchos
de sus estudios al
Pointer, otro gran cinólogo, el profesor Fabio Cajelli, también
investigó con gran cuidado y atención al
Setter. Sobre las características generales de la
raza inglesa, entre otras cosas ha escrito: "Su aspecto general
debe denotar la predisposición al trabajo, gran facilidad de
movimientos, músculos largos, buena osamenta, pero no demasiado
fuerte, diámetros transversales no muy pronunciados. Nunca se
recomendará bastante el descartar aquel
Setter Inglés mastodóntico, con abundante piel, linfático, con
cabeza grande".
Altura y Peso. Alzada a la cruz
machos, de 65 a 69 cm.; hembras de 61 a 65 cm. Peso: machos, de 27 a
30 kg.; hembras, de 25 a 28 kg.
Cabeza. Larga y enjuta, con stop bien
marcado. Trufa negra o de color hígado, según la tonalidad de la
capa. Hocico moderadamente profundo y bastante cuadrado. Labios no
muy colgantes. Cráneo ovalado
Ojos. De color avellana oscuro.
Orejas. De nacimiento bajo, de
longitud media, colgantes en finos pliegues contra las mejillas, con
la punta aterciopelada.
Cuello. Relativamente largo,
musculoso, enjuto, ligeramente arqueado, sin papada.
Extremidades anteriores. Hombros bien
echados hacia atrás y oblicuos. Antebrazos grandes, musculosos, con
huesos redondeados. Metacarpos cortos musculosos, redondos, en
aplomo correcto.
Cuerpo. Tórax con pecho caído
profundo y ancho entre las paletillas. Costillas abarriladas,
ligeramente salientes. Dorso corto y recto. Riñones anchos,
ligeramente arqueados.
Extremidades posteriores. Muslos
largos desde el anca al corvejón. Metacarpos bien plegados. Pies.
Cerrados, compactos, con pelo entre los dedos.
Cola. De nacimiento casi sobre la
línea del dorso, de longitud media ligeramente curvada en forma de
cimitarra, sin tendencia a girarse hacia arriba.
Pelaje. Ligeramente ondulado largo y
sedoso, con calzones con flecos en las extremidades. Color negro y
blanco (blue belton), limón y blanco (lemon belton) castaño blanco (liver
belton), tricolor blanco, negro y manchas fuego.
ALIMENTACION. Las necesidades
alimenticias de este
perro de muestra son para los machos de 1.530 a 1.680 Kcal.
diarias y para las hembras. 1.460 a 1.580 Kcal. diarias. Estos
datos, considerados como ración de mantenimiento mínima, deben
aumentarse para los ejemplares sometidos a una intensa actividad
física hasta llegar a las 5.000 - 5.500 Kcal. diarias. Util para las
hembras en estado de gestación, durante la lactancia y para los
cachorros e incluso los ejemplares adultos que presenten ciertas
carencias, es el suministro de complejos mineral-vitamínicos. Entre
las vitaminas recordemos las A, C y D y el grupo de las vitamina B.
CUIDADOS DIARIOS. Además de la
alimentación adecuada, para una perfecta higiene del perro son
necesarios: un control de las heces que debe realizarse varias veces
al año en un laboratorio de análisis clínico de confianza, que
permita determinar la eventual presencia de parásitos; riguroso
programa de vacunaciones que tengan en cuenta las enfermedades
infecciosas más comunes de la región.
Fuente
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